Nuestro Universo. (C)

¿Por qué pasar los días pensando que el Mundo es una mierda? ¿Es eso lo que queremos creer? ¿Vale la pena acostarse pensando que nada tiene arreglo y que luchar no vale la pena? Yo prefiero dejarme llevar Disfrutar plenamente de todo lo que nos pase, aunque sea malo o muy malo. Saborear el dolor a pleno pulmón y espirar nuestros miedos.

Somos una chispa de tiempo en el infinito y solo un necio diría que no es para tanto.

La vida es un fotograma de la eternidad. ¿Por qué no hacer que en ese fotograma destaque más nuestra sonrisa que el paisaje de fondo?

Disfrutemos siempre, disfrutemos incluso de los momentos de dolor impagables, porque después los recordaremos con nostalgia.

Y ser nosotros el protagonista de nuestra vida y el centro de nuestro universo.

OBSTÁCULOS.

A pesar de haber pasado por obstáculos por los que muchos hubiesen tirado la toalla, si no fuera por ellos, hoy no sería quien soy. Me gusta en que me convirtieron y me gusta pensar en que puedo servir de referente a gente que me rodea y me importa.
La vida no es un ente abstracto en lo que proyectar las frustraciones. Somos las vivencias y decisiones del pasado y seremos lo que decidamos ser ahora.
La vida siempre ha ido poniéndome a prueba, y aquí sigo, invicto como Floyd

DEUDA SALDADA. (B)

Me pediste que hablara de lo que entiendo por amor y después de un tiempo sin usar esto, va siendo hora de que cumpla lo que prometí antes de que el blog se siga oxidando.
El amor es un conjunto de sensaciones que nos hacen creer que nada tiene fin. Inexplicablemente, se nos pone el corazón a mil por miradas que pueden no tener ningún sentido, pero para nosotros si lo tienen.
Creemos ver en la otra persona cualidades que pensábamos que jamás encontraríamos y si no las tiene, nos obligamos a hacer que las tenga.
Puede que eso sea el mayor error, etiquetar a la persona como queremos que sea y no verla como lo que realmente es. Anhelamos una imagen ideal en un mundo que dista mucho de como nos lo pintan en los dibujos.
Caemos en ese cuento de hadas, ese que nos hace pensar que lo oscuro siempre encontrará la claridad, que encontraremos el oasis tras mucho caminar en medio del desierto.
Al final acabas por comprender que el amor va mas allá de pequeños gestos y de detalles inertes. Te acabas dando cuenta de que es una experiencia imperfecta sensible a cualquier error, apto para aprender de todo y humano para encontrar los límites. Solo en ese momento podrás decir que amas, que no tienes miedo y que lo estás disfrutando.

Hit me with music.

Que mejor que una buena canción para estar en paz con uno mismo y relajarse, la música es ese camino que tiene como destino las estaciones de tranquilidad y de calma.
Es capaz de llevarme a lugares lejanos, apartados de la realidad, de llevarme a ese territorio donde nada me hace daño.
En ocasiones la música es también mi mejor amiga, me susurra al oído mejor que nadie mis sentimientos, mis estados de ánimo y lo que verdaderamente soy.
Las canciones son nuestra mejor descripción, nuestra mejor reseña y nuestra mejor biografía.
Son las melodías las que en su camino van dejando historias interminables, las culpables de que nuestros corazones funcionen y las culpables de que recordemos lo que vale la pena ser recordado.




Nuestra gran obra de arte.


Puede que por aburrimiento, porque era verano y tenían el aire acondicionado conectado o simplemente porque si. Ahi fui yo, al último lugar donde a mi familia se le ocurriría buscarme en caso de desaparición. A un museo.
Era una exposición de cuadros de un famoso pintor norteamericano.Sus obras me llamaban bastante la atención. "No hace falta ser un entendido del arte para que estas pinturas me entren por los ojos" pensé yo.
Después de dar una larga vuelta por el museo, cuando me disponía a abandonarlo, no pude evitar oír a un grupo de señores que hablaban sobre aspectos técnicos de un cuadro: como había sido ejecutada la obra, su soporte, la textura, el contraste de los colores... Se les veía realmente entusiasmados. Me di cuenta de que ellos estaban disfrutando infinitas veces más de la exposición de lo que lo había hecho yo.
Camino a casa me puse a pensar... ¿Y si sucede lo mismo con la vida? Que disfrutamos más de ella cuanto mas y mejor la conocemos. Cuanto mas sabes, más cosas ves. Mejor aprecias los detalles que la mayoría pasa por alto pero que pueden ser capaces de entusiasmarnos y disfrutas más de los buenos momentos y de las cosas excepcionales.
Al fin y al cabo, ¿que es la vida más que una gran obra de arte?

¿Y si los sueños de hoy se hacen vida?


Llega la noche y con ella me invaden las ganas de escribir y pensar. Mis ideas me piden a gritos que las libere, desean escapar y se mueren por alargar sus brazos en busca de algún resquicio que saben que aún queda y les permita ser libres. Millones de voces me gritan desde muy adentro, adueñándose incluso hasta de mi propia alma. Noto a mis pensamientos furiosos de tanto esperar y me provocan inquietud.
Pero a pesar de eso, amo la noche y la oscuridad. Me gusta estar en mi habitación, en ese espacio reducido que se que me pertenece, en ese espacio en el que estamos a solas mi monólogo interior y yo. Si, me siento bien en esa ausencia de todo menos de mi.
Ahí es cuando me doy cuenta de que la vida me regala momentos tranquilos y complicados.
Precisamente en la noche, cuando la almohada es cómplice de mis pensamientos, sonrío y me pregunto: ¿Que es realmente mi vida? ¿Como debo vivir el presente? ¿Y si los sueños de hoy se hacen vida..?

Setenta veces siete.


Lo primero que tengo que decir nada mas comenzar a escribir este post es que soy una persona totalmente atea, no creo en ningún tipo de dios ni en ninguna fuerza sobrenatural que nos maneje o que forme parte de nuestras vidas.
En quien si creo es en la figura de Jesús, ese tío de melenas que sale en la Biblia e iba acompañado por su pandilla de amigos a los que llamaba discípulos. Tenía pinta de ser un tipo enrollado, majo y bonachón. Vagaba por el mundo apuntándose a todas las fiestas y dando conferencias. Estoy seguro de que si Jesús viviera en el S.XXI sería un bloguero o tendría un canal en youtube. Tenía labia y el don de la palabra, sabía conectar con la gente y se le veía un tío campechano (como nuestro Rey, pero en lugar de cazar elefantes convertía el agua en vino y multiplicaba los panes)
Cuando hablaba, procuraba que sus palabras facilitaran la vida a la gente. No hablaba de culpa, sino de perdón. No hablaba de castigo, sino de oportunidad. Soltaba siempre los discursos en clave positiva, transmitía paz y buen rollo.
Si en algo creía Jesús por encima de todas las cosas es en el perdón, y por ese motivo muchas veces era tildado de loco.


En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús, le preguntó: Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces lo tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces? Jesús le contesta: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.

Pocos en aquella época y pocos ahora piensan que una persona se merece nuestro perdón incondicionalmente y bajo cualquier circunstancia. Nos olvidamos de que el perdón al único al que beneficia es al que lo emite y no al que lo recibe. Una de las cosas que mas me pudren por dentro es el rencor y el odio.
Luchamos y vivimos para ser felices y sentirnos especiales, pero eso no es algo que ya se nazca sabiendo. Nadie nos enseña como ser feliz y lo que tenemos que hacer para creernos únicos. Requiere un aprendizaje  que dura toda la vida y todo aprendizaje lleva consigo cometer errores una y otra vez, sino vaya mierda de aprendices estaríamos hechos.
En este proceso de aprendizaje, nuestros errores perjudicarán a terceras personas, muchas veces seres queridos pero siempre de manera involuntaria. Lo mismo pasa al revés, muchas veces nos veremos perjudicados por el proceso de aprendizaje de otros, ¿como podemos guardar rencor y no perdonar a alguien cuyo único error es estar aprendiendo?
Perdonad, perdonad cualquier cosa. Perdonad incluso al que no desea ser perdonado, el perdón es la ofensa de los buenos. No busquéis alternativas al perdón. Solo así aliviaréis vuestro espíritu y os sentiréis libres. Si el dolor es demasiado grande, sigue perdonando. El odio no es más que el veneno de nuestros corazones y el perdón su única y verdadera cura.